Un vino blanco de Rueda. Se trata de una historia de la uva verdejo. Se trata de un «por-para», término utilizado en el mundo vinícola para describir un vino hecho por una bodega que permanece en el anonimato para una persona física o jurídica que luego le pone el nombre que considera más adecuado y lo vende en tiendas, restaurantes… El nombre escogido es Palomo Cojo y la propiedad, Unesdi Distribuciones. Y es protagonista de estas líneas porque de cojo no tiene nada. No existe defecto alguno, quizá porque fue catado, primero; bien probado, después, y maridado. Palomo Cojo, fino en aromas con persistencia de notas florales, perfumes, fruta blanca y cítricos. Y en la boca se convierte en un vino sabroso, volumen cierto, amplio y muy largo al final. Domina a un interesante plato de ventresca y pimientos con varios añadidos, queda en muy buen lugar luego con unas espléndidas alcachofas (siempre complicado) y acaba de espectacular pareja de baile con un lomo de vaca. Gran vino y calidad superior.